La ganadería industrial explota a los animales, forzándolos a convivir en espacios demasiado pequeños y abusando de ellos para aumentar su productividad.
La Unión Europea (UE) reconoce1 a los animales de granja como seres sintientes. A pesar de esto, decenas de miles de millones de animales soportan vidas cortas y miserables en granjas industriales2 donde la prioridad es el beneficio por encima de todo.
El espacio es un lujo
Para ahorrar espacio, los animales en granjas industriales se apiñan en corrales o jaulas que, además de tener un tamaño insuficiente, no disponen de ningún estímulo con el que el animal pueda interactuar. Esto impide comportamientos normales como anidar o buscar comida y a menudo hace que los animales se hieran unos a otros por puro aburrimiento, frustración y estrés3.
Una gallina ponedora en una jaula en batería, a menudo pasa toda su vida en un espacio más pequeño que una hoja de papel A4 por animal
CIWF (2011)4
La mutilación es lo habitual
Para reducir estas lesiones, la mutilación se ha convertido en lo habitual. A los animales se les liman los dientes y se les cortan parcialmente las colas y los picos, por lo general, sin ningún método para aliviar el dolor5.
La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria informó que más del 90% de los cerdos en Europa tiene la cola cortada a pesar de que es ilegal realizar este procedimiento de forma rutinaria
Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) (2007)6
El crecimiento rápido es una necesidad
Los sistemas de granjas industriales exigen animales de crecimiento rápido o de alto rendimiento. Lo consiguen mediante la cría selectiva y el uso de piensos concentrados. Esto pone a los animales en riesgo de desarrollar problemas fisiológicos a menudo dolorosos. La cojera, los huesos debilitados o rotos, las infecciones y la insuficiencia en órganos son problemas de salud comunes para los animales en granjas industriales. En algunos países se utilizan antibióticos u otros tratamientos que promueven el crecimiento para fomentar rendimientos aún mayores*.
Los pollos de engorde en la ganadería industrial crecen tan rápido que el 25% sufre cojeras dolorosas.
CIWF (2005)7
*El uso de antibióticos para promover el crecimiento de animales de granja está prohibido en la UE, pero es legal en varios países. En los Estados Unidos, se cree que alrededor del 80% de todos los antibióticos se utilizan en animales de granja8,9.
No lo decimos solo nosotros
…la ley por sí sola no siempre es lo suficientemente sóloda o detallada para garazintar que los [animales de granja] tengan una buena calidad de vida.
ls Real Sociedad para la Prevención de la Crueldad contra los Animales (RSPCA) (2011)10
No obligaríamos a nuestras mascotas a vivir en jaulas sucias y estrechas durante toda su vida, y tampoco deberíamos a obligar a los animales en granjas a soportar tanta miseria.
Sociedad Protectora de Animales de los Estados Unidos (HSUS) (2011)11
¿Y qué hacemos?
La ganadería industrial maltrata a los animales. Al tomar medidas contra esta, no solo estamos creando una revolución en la manera en que criamos animales y nos alimentamos; también estamos ayudando a detener una forma inhumana de producir alimentos que conduce al maltrato cruel de miles de millones de seres sintientes.