Publicado 23/03/2020
Junto a más de 35 ONG de bienestar animal, el pasado viernes, enviamos una carta a los líderes de la UE, pidiéndoles que adapten su respuesta ante el COVID-19. Dado que los largos retrasos en la frontera están causando sufrimiento animal, pedimos a la UE que prohíba el transporte de animales de granja a países no pertenecientes a la UE, así como los viajes que duren más de 8 horas.
Nos preocupa que en las nuevas directrices de la UE para la gestión de fronteras, publicadas la pasada semana, la Comisión Europea insista en que el transporte de animales vivos entre los países de la UE debe continuar. Estas directrices no tienen en cuenta los graves problemas impuestos a la salud y el bienestar de los animales de granja que se transportan, especialmente los que afrontan viajes desde países de la UE con destino a países fuera de la Unión.
Demoras en el control fronterizo
A los vehículos con animales de granja se les niega la entrada en Croacia. Hay atascos de 40 km en la frontera entre Lituania y Polonia y colas en el lado alemán de la frontera con Polonia de 65 km que llevan a tiempos de espera de 18 horas. Los vehículos con animales de granja también están atrapados en largas colas en el punto de salida entre Bulgaria y Turquía: los conductores que transportan animales de granja informaron a la ONG Animals' Angels que necesitaban tres horas para moverse 300 m dentro de la frontera.
Los atascos en las fronteras impiden que lleguen los suministros médicos y los profesionales de la salud. Con lo que es aún menos probable que se pueda atender el bienestar de los animales atrapados en estas colas.
Además, existe un riesgo real de que los países cierren sus fronteras sin contar con ninguna infraestructura para satisfacer las necesidades de los animales transportados y proporcionar lo que exige la legislación de la UE, como alimentos, agua y lugares para descansar.
Nuestros comentarios
"Debido a los mayores retrasos en el control fronterizo como consecuencia del COVID-19, en muchos casos el transporte de animales no se puede llevar a cabo de una manera que cumpla con la legislación de la UE", dijo Peter Stevenson, nuestro Asesor Principal de Políticas. "La regulación requiere que los animales se trasladen sin demora al lugar de destino, y que las necesidades de los animales se satisfagan durante el viaje. Insistir en el transporte continuo de animales en tales condiciones es irresponsable e inhumano y hace caso omiso del tratado de la UE, que estipula que las leyes y políticas de la UE deben tener plenamente en cuenta el bienestar de los animales".
"El comercio de animales vivos amenaza no solo la salud y el bienestar de los animales, sino también nuestra salud", dijo Olga Kikou, Directora de nuestra Oficina de la UE. "Los conductores, manipuladores de animales, veterinarios, funcionarios y sus familias pueden infectarse fácilmente. A diferencia de otros que entran y salen de la UE, no están obligados a estar en cuarentena. Los estamos poniendo a ellos y a nosotros mismos en riesgo. Nos enfrentamos a medidas nunca antes vistas para contener la propagación del virus a medida que un número cada vez mayor de países europeos entran en los bloqueos. No obstante, permitimos que los animales vivos sean transportados a todas partes, mientras que las autoridades sanitarias aconsejan a las personas que se queden en casa. ¡Este es un doble rasero! El comercio de animales vivos no puede considerarse un sector crucial que brinda servicios esenciales a la sociedad. ¡Este absurdo tiene que parar!"