«Estudia la naturaleza, ama la naturaleza, mantente cerca de la naturaleza. Nunca te fallará.» Frank Lloyd Wright
Como naturalista y observador de aves aficionado, dedico gran parte de mi tiempo libre a explorar el campo británico y a disfrutar de la abundancia y variedad que la madre naturaleza nos ofrece. Me encanta ver que cada especie silvestre desempeña su propia e importante labor en nuestro ecosistema –ya sea que las abejas y las mariposas polinicen los cultivos y las flores silvestres, que las aves de granja ayuden a dispersar las semillas, o que los tejones y los zorros ayuden a los agricultores al alimentarse de roedores.
Sin embargo, en las últimas décadas, muchas especies silvestres han ido desapareciendo silenciosamente de nuestros campos, y la agricultura industrial es uno de los principales responsables de esta disminución. A medida que la agricultura se ha intensificado, las aves que antes eran comunes en las tierras de labranza se han reducido a un mínimo histórico; las abejas han disminuido por debajo de lo necesario para la correcta polinización de los cultivos, y se ha trasladado a los animales de la tierra a granjas bajo techo cada vez más grandes.
Con el avance de la industrialización de la agricultura, hemos ido poniendo a la naturaleza cada vez más contra las cuerdas, por el mayor uso de productos químicos y la utilización excesiva de recursos naturales preciosos como el agua.
La biodiversidad –o la variedad de especies vegetales y animales que viven en nuestro entorno– es esencial para poder contar con un planeta y una población sanos. Sin embargo, se extinguen miles de especies todos los años, y la intensificación de la agricultura es una de las principales causas.
Un dato que nos abre los ojos es que en los últimos 50 años –desde la adopción generalizada de la agricultura industrial– el número total de mamíferos, reptiles, peces, anfibios y aves silvestres se ha desplomado en un 50 % en todo el mundo.
Hoy, 22 de mayo, es el Día Internacional de la Biodiversidad –un evento dedicado a aumentar la conciencia y la comprensión de la pérdida de biodiversidad. En todo el mundo, personas, grupos y organizaciones celebrarán hoy actos virtuales para arrojar luz sobre este problema tan importante y urgente.
Lo que muchos ignoran es el papel que desempeña la ganadería industrial en la pérdida de biodiversidad. En todo el mundo, se está trasladando a los animales de las tierras donde pastan de forma natural para confinarlos en granjas industriales bajo techo donde es necesario proporcionarles su alimento.
Y es esta demanda de soja y cereales, como el trigo y el maíz, para alimentar a los animales de las granjas industriales lo que está dando forma a los paisajes de todo el mundo. Como sucede en Argentina, por ejemplo, donde un asombroso 65 % de las tierras de cultivo son ahora campos de soja –gran parte de ellos destinados a la exportación a Europa. Sorprendentemente, se cree que cada año se pierden unos 800 km2 de bosque para dar paso a más soja. Y la Comisión Europea admite que casi dos tercios de los cereales de la UE se cultivan para alimentar a los animales de granja. ¡Una locura!
Con el pescado sucede lo mismo. La reciente denuncia de Compassion sobre el sector escocés del salmón puso al descubierto el sufrimiento a escala generalizada, con infestaciones de parásitos y tasas de mortalidad alarmantes en los peces de piscifactoría. Muchas de las sustancias químicas liberadas al medio ambiente por estas piscifactorías también presentan una amenaza para la biodiversidad. Se sabe que son tóxicas para los peces, las aves y los mamíferos.
Un informe publicado en febrero de 2021 por Chatham House, en colaboración con el Programa de las Naciones Unidas (PNUMA) y Compassion in World Farming, demostró que la naturaleza está bajo presión como nunca antes. Si no actuamos ahora, no solo perderemos muchas de nuestras especies silvestres más emblemáticas, como los elefantes y los orangutanes, sino que estaremos poniendo en peligro el propio futuro de nuestro planeta.
Se nos acaba el tiempo, ya ha llegado el momento de transformar nuestro sistema alimentario.
Por eso, debemos aprovechar la oportunidad que nos ofrece la Cumbre sobre los Sistemas Alimentarios de la ONU de este año para avanzar hacia un acuerdo global que ponga fin a la agricultura industrial. Para restablecer nuestro sistema alimentario. Y encaminarnos hacia una agricultura regenerativa y restauradora, con la naturaleza, y no contra ella. El Secretario General de la ONU, António Guterres, ha convocado la Cumbre como parte de la Década de Acción para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) para 2030.
La Cumbre no podría ser más oportuna: gestionar nuestros sistemas alimentarios de forma realmente sostenible nunca ha sido más importante para la humanidad, para el bienestar de los animales y para toda la vida en la Tierra.
Únase al debate y asegúrese de que su voz se escuche convirtiéndose en un héroe de los sistemas alimentarios, o participe en los foros públicos que se están organizando o quizás en uno de los eventos para el diálogo a nivel mundial, nacional o independiente.
Celebremos el Día de la Biodiversidad todos los días y unámonos para hacer un sencillo compromiso a través de la elección de los alimentos que consumimos, eligiendo comer más productos vegetales y menos carne y productos lácteos; y asegurándonos de que cualquier producto animal que llevemos a nuestra mesa provenga de fuentes no industriales, como animales alimentados con pasto, orgánicos y criados en libertad. Al hacerlo, todos podemos marcar la diferencia de manera auténtica y significativa para ayudar a regenerar el sistema de sustento de la vida de nuestro planeta, esencial y hermoso a la vez.
Muchas gracias.
por Philip Lymbery