El año 2021, a pesar de haber sido un año difícil, con profundos retos para todos nosotros, sobre todo a causa de la COVID-19, será recordado por haber sido testigo de algunos de los mayores avances de la historia para el bienestar animal y nuestra misión de acabar con la ganadería industrial.
Fue el año en el que la Comisión Europea hizo el anuncio que representa el fin de la Edad de la Jaula: según el cual va a presentar medidas legislativas que prohibirán las jaulas para los animales que se crían para la alimentación. Un compromiso de gran alcance que se ha conseguido gracias a una campaña increíble. Lideradas por Compassion, 170 organizaciones se unieron para recopilar 1,4 millones de firmas de ciudadanos de la UE pidiendo este cambio trascendental. Y el hecho de que se haya dado este paso inaudito en favor de los animales es un testimonio de todos aquellos involucrados, desde nuestros seguidores, los equipos del personal de nuestros socios aliados, simpatizantes famosos, las empresas y los políticos que se unieron a la causa. El resultado es que unos 300 millones de animales se beneficiarán de una vida mejor sin jaulas.
Otra buena noticia es que, gracias a una campaña dirigida por el grupo checo de bienestar animal en cooperación con CIWF Czechia, la República Checa aprobó la prohibición de la cría de gallinas en jaulas. Asimismo, otros tres Estados de EE.UU. –Colorado, Utah y Nevada– aprobaron la prohibición de las jaulas para gallinas.
Además de los avances en las reformas políticas en favor de los animales, nuestra incesante labor de divulgación en las empresas ha hecho que otro grupo de compañías se comprometa a adoptar normas de bienestar más estrictas en tramos enteros de sus líneas de productos.
Grandes nombres del sector alimentario se comprometieron a mejorar el bienestar de sus pollos criados para carne, entre los que se incluyen Burger King y Friday's en el Reino Unido; KFC y Galliance en Francia; Carrefour en Polonia, Fileni en Italia, Subway en toda Europa, Sprouts Farmers Market y Natural Grocers en Estados Unidos, y Domino's Pizza en Australia y Nueva Zelanda.
Hasta la fecha, desde que se inició nuestro programa de compromiso corporativo en 2010, hemos conseguido que los compromisos de las empresas para mejorar el bienestar beneficien a más de 2 230 millones de animales al año.
Se produjeron nuevos e inspiradores avances en el Reino Unido con el anuncio por parte del Gobierno de la que quizá sea la mayor revolución para el bienestar animal en la historia británica, que incluye la propuesta de prohibir la exportación de animales vivos, el reconocimiento legal de la sensibilidad animal y la prohibición de la venta e importación de productos crueles, como el fuagrás. Con esto se podría poner fin a la horrible exportación de terneros y ovejas a largas distancias, una campaña por la que Compassion y otras sociedades afines llevan luchando durante medio siglo.
Nuevas fronteras
Además de generar impacto para los animales en cuestiones tradicionales como las jaulas, los sistemas de confinamiento y las exportaciones de animales vivos, este año también hemos revelado la crueldad en las olvidadas granjas industriales bajo el agua.
Nuestro nuevo informe y la campaña para poner fin a la cría industrial de pulpos –una práctica cruel pero cada vez más extendida– han provocado una enorme protesta y la cobertura por parte de los medios de comunicación de todo el mundo, desde Estados Unidos y Sudáfrica hasta países de toda Europa.
Expusimos la crueldad endémica en la industria escocesa de la cría del salmón y reunimos más de 130 000 firmas en nuestra carta abierta en la que se instaba al Gobierno escocés a detener la expansión de las piscifactorías.
Y después de muchas presiones en Europa para que se tome en serio el bienestar de los peces, nos alegramos de que la Comisión de la UE publicara nuevas directrices para las piscifactorías, que, por primera vez, incluían una sección especial sobre el bienestar de los peces de criadero.
La naturaleza
Además de ser la mayor causa de crueldad hacia los animales en el planeta, la cría industrial, tanto en el mar como en la tierra, es también una de las principales causas de algunas de las emergencias climáticas, naturales y sanitarias a las que nos enfrentamos.
Dado que 2021 ha sido declarado «Súper Año para la Naturaleza», hemos colaborado con el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) y el Instituto de Política Científica Chatham House para elaborar un estudio en el que se exponen las devastadoras repercusiones de la agricultura industrial en el mundo natural.
El informe, «Impactos del sistema alimentario en la pérdida de biodiversidad» puso de manifiesto cómo el sistema alimentario mundial amenaza a 24 000 especies en peligro de extinción, así como el propio futuro de nuestro planeta.
Fue el comienzo de un gran año de participación de Compassion en las conversaciones de la ONU sobre el futuro de nuestra alimentación y el clima.
Hablamos de la transformación
Compassion trabajó activamente para plantear la necesidad de reformar el sector ganadero y de acabar con la ganadería industrial ante una reunión de líderes mundiales en septiembre en la Cumbre sobre los Sistemas Alimentarios de las Naciones Unidas. Se anunció como una «cumbre de la gente» y reunió una diversidad de voces a nivel mundial, incluyendo a los jóvenes, los pueblos indígenas, la sociedad civil, los investigadores, los productores de alimentos, el sector privado, las finanzas y los gobiernos. Su objetivo era centrarse en la transformación de los sistemas alimentarios para impulsar nuestra recuperación de la COVID-19 y recuperar el rumbo para alcanzar los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) para 2030.
Fuimos decisivos a la hora de rechazar un intento de toma de control del debate por parte del sector ganadero convencional.
Cada vez más presión
En la cumbre de la ONU de noviembre sobre el cambio climático COP26 en Glasgow, Compassion presionó para que los líderes mundiales adoptaran una de las soluciones claras y ya existentes para la emergencia climática: acabar con la ganadería industrial y reducir el consumo excesivo de carne. Al fin y al cabo, todo el ganado del mundo en conjunto produce más gases de efecto invernadero que todas las emisiones directas de los aviones, trenes y coches del mundo juntas. Pero a medida que el tiempo se agota, seguirá aumentando la presión sobre los líderes mundiales para que dejen de ignorar la necesidad de tomar medidas sobre la cruel ganadería industrial que está acabando con el clima.
Así que contemplamos el año que viene con gran entusiasmo, ya que, gracias a vosotros, nuestros seguidores, socios, equipo de personal y administradores, el cambio se está dando. Los animales viven mejor. El mundo está empezando a darse cuenta de la necesidad de un cambio transformacional de lo que comemos y de cómo lo producimos. En resumen, todo está listo para acabar con la ganadería industrial.
Gracias por formar parte de ese movimiento compasivo para el cambio.
por Philip Lymbery